VITAMINAS PRENATALES
Las vitaminas prenatales están diseñadas para cumplir con los requisitos diarios de minerales y vitaminas (micronutrientes) de la mayoría de las mujeres embarazadas. Sin embargo, a excepción del ácido fólico y posiblemente la vitamina D y el hierro, se desconoce si cumplir con las dietas recomendadas mejora los resultados o si no cumplir con estas los empeora. Además, en las mujeres con dietas bien balanceadas y nutritivas que cumplen las raciones recomendadas, es probable que los suplementos no sean necesarios. Si se requieren, no se conoce una formulación que sea la mejor, por lo que un multivitamínico simple, como es el caso de las vitaminas de venta libre, normalmente será suficiente.
Un análisis Cochrane de estudios aleatorios en países de ingresos bajos y medios, donde las deficiencias de micronutrientes son comunes, encontró que la suplementación con micronutrientes redujo el riesgo de bajo peso al nacer y recién nacidos pequeños para la edad gestacional, pero no hubo otras diferencias en los resultados maternos o neonatales.1 Estos estudios probablemente no sean generalizables a países de mayores ingresos. Por esta razón, las autoridades de salud en el Reino Unido no recomiendan la administración de suplementos aparte del ácido fólico en el primer trimestre y la vitamina D durante todo el embarazo.
La deficiencia de ácido fólico se asocia a defectos del tubo neural fetal, por lo que a las mujeres que no consumen al menos 400–800 microgramos de ácido fólico diariamente se les debe recomendar tomar suplementos de ácido fólico desde antes de la gestación hasta el final del primer trimestre.2 Las mujeres con antecedentes de defectos del tubo neural fetal deben tomar 4,000 microgramos (4 mg) al día.2
Se aconseja la administración de suplementos de hierro como resultado del riesgo de anemia materna en el momento del parto.3 Sin embargo, si el hierro en la dieta es adecuado (30 mg/día) y la detección de anemia es parte del examen prenatal de rutina (que generalmente se realiza en los Estados Unidos), no se conoce ningún beneficio de los suplementos de hierro en ausencia de anemia.
La deficiencia de vitamina D se asocia a varios resultados adversos, como el parto pretérmino y la preeclampsia, pero actualmente se desconoce si la administración de esta vitamina de forma complementaria mejora los resultados.4-6 La Academia Nacional de Medicina (anteriormente conocida como Instituto de Medicina) recomienda que todas las mujeres menores de 70 años consuman 600 unidades internacionales de vitamina D al día y recomienda lo mismo para las mujeres embarazadas.5 Actualmente, ACOG no recomienda la detección de rutina para la deficiencia de vitamina D, ni la suplementación más allá de la dosis en una vitamina prenatal estándar (generalmente 200–600 unidades internacionales).6
La cantidad diaria recomendada de calcio para mujeres entre 19 y 50 años es de 1,000 mg/d, incluso durante el embarazo.5 Se ha mostrado que en las mujeres con bajo consumo de calcio, los suplementos de calcio reducen la incidencia de trastornos hipertensivos en el embarazo,7 pero no la incidencia de otros resultados adversos.8 Por esta razón, las mujeres deben asegurarse de consumir al menos 1,000 mg de calcio por día a través de la dieta o suplementos. La mayoría de las multivitaminas y las vitaminas prenatales tienen sólo aproximadamente 200–300 mg de calcio.
The American College of Obstetricians and Gynecologists